Mi querido chanchito. Como te dije ayer, todos los días estoy pensando en ti, extrañándote y deseando que estés bien, nada malo te pase, Dios y todos tus angelitos te protejan siempre.
Algún día podrás dimensionar cuanto te amamos con tu papá. Cuan felices somos al tenerte con nosotros y lo inmensamente triste que nos ponemos cuando llega la hora en que te debemos dejar. Como dices tú dos semanas son muy largas, inmensamente largas, y dos días muy poquito. Pero Dios tiene preparada cosas buenas para las personas buenas y tengo mucha fe que más adelante todo esto va a tener un significado mayor y valdrá la pena todo lo que vivimos cada dos domingos.
Cuando la tarde comienza a caer, el solcito se va, cierras tus ojitos tristes porque el sol te llega de frente cuando nos dirigimos al poniente y juntas esas pestañas preciosas que heredaste de tu papito. Es un momento terrible hacer ese recorrido. Pero inmediatamente pienso en esos mismos domingos al despertar por la mañana y verte dormir. Ver la misma carita hermosa de tu papá, el grillo. Los dos durmiendo en la misma posición. No sabes la alegría que llena mi corazón de coneja y los húmedos que se ponen mis ojos a ver semejante belleza. Ese maravilloso momento de ver que están juntos, y lo felices que son. Y cuando nos despertamos con una dulce voz que pronuncia “hola Nyko, hola Papá”. Siempre acompañado de muchos besos y abrazos para papá.
Gracias por eso.
Tienes una hermosa familia, chanchito. Unos abuelos maravillosos, unos tíos y primos que te quieren mucho. Más adelante podrás tomar conciencia de lo afortunado que eres, aunque ciertamente se nota que ya te das cuenta de eso, que valoras y ansías estar con nosotros.
Muchas veces he sentido estas ganas de escribirte. No sé si los leas algún día, la verdad es que no creo. Pero si lo haces te darás cuenta de la loca cabeza de tu mamá postiza, de tu Nyko, esa mujer que tanto los ama, que haría lo que sea por ustedes. Que pase lo que pase está inmensamente agradecida de poder sentir esto tan hermoso: el amor que puede sentir una mujer hacia un hombre y el amor que puede sentir una mujer hacia un hijo. Muchos no lo entienden, muchísimos no lo apoyan, pero en mi corta vida me ha tocado vivir y sentir esto y créeme que mientras podamos estar juntos te voy a enseñar todas esas cosas maravillosas que me hacen sentir tú y tu papá, y hacerte saber la persona valiosísima que eres, y lo que logras hacer sentir a los demás. Con el grillito trabajaré para enseñarte a ser una gran persona, para construir un buen hombre, uno que camine con su cara en alto y levante la voz, que ande en bicicleta sobre trenes y que organice fiestas decoradas con sauce. Eso y tantas cosas quiero para ti, y creo que tu papá tiene esas mismas intenciones, pero si me estoy equivocando en algo me enseñará a obrar y decidir bien.
Gracias chanchito por ser tan maravilloso, una bendición para nuestras vidas. Y gracias a tu papito por darme la oportunidad de ser tan feliz con ustedes, tus abuelitos, primos y tíos.
Nos vemos en unos días más.


No hay comentarios:
Publicar un comentario