tomé uno de los cigarros,
me aseguré para sentarme en medio de la nada
y dejarme llevar.
encendí ese nuevo amigo,
hice un cenicero improvisado,
cerré mis ojos
y me dejé llevar por la conocida melodía
que nuevamene enamoraba mis oidos.
olvidar todo y dejar que una guitarra, un bajo y una bateria
(las mismas de siempre)
me guiaran nuevamente por el sendero de la claridad.
para finalizar en una certera conclusion:
"Espera un segundo, y mira tu mundo interior"
