jueves, 15 de octubre de 2009

el tren

Corría por los pasillos de la estación.
Lo habia esperado todo el dia, ilusa, ingenua, enamorada.

La tensiuon de su estomago en el ultimo llamado telefonico le habian dado indicios de la desilusion,
pero el vacío de su vida habian llenado en espacio con ilusion. Ceguera.

Corria, miraba.
Se ahoogba.
Tiritaba,
su cabeza explotaría por la presion sanguinea.

Treintaiseis minutos corrían y el no aparecia.


¿será cierto?, ¿me habre equivocado?-, preguntaba Beatriz mientras trataba de limpiarse las ojeras de rimel y las gotas saladas de su mejilla.


Cuatro días pasaron, y nada había ocurrido. Lo habia perdonado y vuelto a creer en el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario